Hace algún tiempo, uno de nuestros amigos atravesó un momento difícil, luego de meses de síntomas intermitentes y leves pero agravantes una visita al médico reveló un diagnóstico peligroso, que si se dejaba desatendido por unos meses más podría haber sido fatal. Lo notable de esto no fue el beneficio de la detección temprana, sino el hecho de que nuestro amigo finalmente se repuso simplemente eliminando los alimentos y los productos de cuidado personal que contienen conservantes y químicos dañinos.

Esa fue una gran llamada de atención para nosotros, nos hizo preguntarnos qué tipo de basura ponemos dentro y sobre nuestros cuerpos que, en lugar de ayudarnos a prosperar, nos enferman, lo que desencadenó una cruzada de una década por nuestra familia.

Durante más de diez años, hemos realizado una investigación exhaustiva en cada ingrediente de los productos que ingerimos o usamos en nuestro cuerpo y sus efectos nocivos a largo plazo. Al principio de nuestra búsqueda, nos resultó evidente que el componente alimentario sería relativamente sencillo de administrar: evitando los restaurantes y preparando nuestras comidas en casa con ingredientes saludables, naturales y, cuando fuera posible, orgánicos, podríamos controlar la cantidad de conservantes y productos químicos que ingerimos, pero encontrar productos para el cuidado personal sin conservantes ni productos químicos nocivos resultaría una tarea imposible.

Hay muchas razones detrás de esto, pero básicamente se reduce a dos, Beneficio y Placer.

Me explico. Los productos para el cuidado personal, desde el jabón líquido para manos hasta el cuidado de la piel y el maquillaje, tienen una vida útil muy larga, algunos productos pueden durar décadas sin ningún cambio significativo, y eso es por diseño, cuanto más tiempo puede durar un producto, más rentable es para su fabricante, porque pueden producir grandes cantidades y tienen una ventana más larga para vender todo ese producto, y para ello, llenan a los productos de conservantes artificiales. La parte del placer es en parte nuestra responsabilidad, preferimos comprar un producto que tenga un color hermoso, una textura deliciosa que sea cremosa y suave en nuestra piel y, por supuesto, una fragancia que nos haga soñar, pero ¿qué crees? la única forma de conseguirlo es añadiendo más productos químicos.

Así que teníamos claro que teníamos que tomar el mismo camino que tomamos con nuestra comida y confiar en nosotros mismos para hacer nuestros propios productos de cuidado personal, fue una tarea desalentadora, nos tomó años crear fórmulas que fueran seguras y eficaces, implicó probar cientos de ingredientes de todo el mundo; jugar con procesos químicos e incluso de cocción para encontrar la mejor manera de obtener el extracto de una planta para cosechar todos los beneficios de la misma; y leer cientos de informes de investigación, artículos académicos y libros que a veces ni siquiera estaban disponibles en inglés o español.

Hubo muchas ocasiones durante este proceso en las que estábamos listos para darnos por vencidos, pero afortunadamente nunca perdimos de vista nuestro objetivo y al final, una vez que llegamos a formulaciones estables, nos dimos cuenta de que valía la pena cada minuto de nuestro tiempo, los productos. a los que ahora tienes acceso bajo la marca Cinthus no solo son más seguros sino mucho más efectivos que los que contienen conservantes y productos químicos nocivos.

Nuestra búsqueda es un testimonio de la sabiduría ancestral que afirma que la Madre Naturaleza, en su sabiduría infinita, nos ha proporcionado todo lo que necesitamos y todo lo que tenemos que hacer es encontrarlos.

R. Guzman